Semanas atrás, estalló la “bomba” en la ciudad de Guadalajara y en el mundo futbolístico mexicano. El grupo “disidente” comandado por Francisco Cárdenas y su sequito dio un golpe a, la hoy, imparable escuadra rojiblanca, a su dueño, pero sobre todo, desde mi punto de vista, a su afición. La marca CHIVAS, cuyo valor ha ido en aumento con la llegada del “Omniyorch”, quedó en manos de estos socios que no han estado dispuestos a vender sus acciones. Ahora bien, en muchos medios se ha tratado el asunto en torno a Jorge Vergara y a las cuestiones meramente legales, dejando de lado, a la afición chiva. De la que, pese a ser yo americanista, me gustaría saber su opinión al respecto.
Desde mi trinchera, la “guerra por las Chivas”, por llamarle de alguna manera, me parece un asunto netamente económico que rebasa lo deportivo, e incluso lo pasional, me explico. El día de hoy, aunque me cueste aceptarlo y a pesar del sinfín de errores que ha cometido Vergara como mandamás del Club, las Chivas parecen estar en el camino indicado para retomar su papel como uno de los protagonistas principales del fútbol mexicano- en cuanto a su competitividad deportiva-, pilar de la Selección Nacional y por qué no, uno de los mejores clubes del continente. La construcción del nuevo estadio que, desde el periférico de la ciudad, se muestra imponente y da tintes ya de lo que será su grandeza. Su acierto por desarrollar la estructura necesaria en fuerzas básicas para disfrutar hoy de grandes talentos que portan con orgullo la camiseta que visten – tan necesario como escaso en este deporte. La cuestión del Marketing que ha permitido que la marca CHIVAS se posicione en un mercado mucho más extenso que el de los aficionados que buscan los artículos meramente deportivos. Hoy la marca vende una gama impresionante de productos que van desde los clásicos souvenirs y camisetas oficiales hasta ropa casual y zapatos, aumentando no sólo en números, sino diversificando, su afición. Asimismo, Vergara, en un gesto quizás de humildad o inteligencia, ha traído gente que en verdad sabe de fútbol y se ha alejado, o al menos lo ha intentado, de los reflectores. La contratación de Lebrija para que se encargue de la, hasta hace meses, tensa relación ente directivos y jugadores es una muestra del acierto.
Es justamente cuando todo marcha sobre ruedas y el equipo juega acorde a su filosofía, cuando aparece el negrito en el arroz. Justamente ahora, aparecen esos “aficionados” o gorrones de la fiesta que buscan su tajada del pastel. Porque seamos realistas, no en el sentido teórico sino en el sentido común, a estos señores no les importa lo deportivo. Ya tuvieron su oportunidad e hicieron de Chivas un equipo mediocre y de media tabla. Un equipo que se olvidó de su filosofía y que lastimó su orgullo al intercambiar figuras con su archirival, el América. Un equipo que debido a sus problemas económicos tuvo que ser arrendado a una promotora que a punto estuvo, según palabras de analistas como José Ramón Fernández y de David Failtelson, de convertirse en el hermano pequeño del América.
Como aficionado al fútbol, lo que sucede hoy en el Guadalajara me repugna de la misma manera que me repugnan las alianzas entre PRD y PAN aunque ese es tema para otros foros. Como aficionado del América, así es del América, lo que sucede en el Guadalajara me indigna por una cuestión simple, el blanco necesita al negro, el “bueno” al “malo”, y la tesis su antítesis para crecer. Es decir, un equipo grande requiere de otro para seguir creciendo, para darle sabor al fútbol. Si el Guadalajara está bien, entonces el América debe luchar para estar a su altura, y viceversa. Si le ganamos al Guadalajara cuando juega bien, entonces el sabor de la victoria es incomparable. Ni la victoria frente a los Pumas, el Cruz Azul, el Toluca, y ciertamente mucho menos el Pachuca, significa una décima parte de lo que es ganarle al Guadalajara cuando esta jugando como lo hace el día de hoy. Y mientras Chivas sigua el proceso que ha llevado hasta ahora, me frotó las manos por los clásicos venideros.
Una vez vertida mí opinión en este foro, me gustaría, como dije antes, que la afición Chiva en particular y de los aficionados en general me digan su opinión respecto al tema.
Desde mi trinchera, la “guerra por las Chivas”, por llamarle de alguna manera, me parece un asunto netamente económico que rebasa lo deportivo, e incluso lo pasional, me explico. El día de hoy, aunque me cueste aceptarlo y a pesar del sinfín de errores que ha cometido Vergara como mandamás del Club, las Chivas parecen estar en el camino indicado para retomar su papel como uno de los protagonistas principales del fútbol mexicano- en cuanto a su competitividad deportiva-, pilar de la Selección Nacional y por qué no, uno de los mejores clubes del continente. La construcción del nuevo estadio que, desde el periférico de la ciudad, se muestra imponente y da tintes ya de lo que será su grandeza. Su acierto por desarrollar la estructura necesaria en fuerzas básicas para disfrutar hoy de grandes talentos que portan con orgullo la camiseta que visten – tan necesario como escaso en este deporte. La cuestión del Marketing que ha permitido que la marca CHIVAS se posicione en un mercado mucho más extenso que el de los aficionados que buscan los artículos meramente deportivos. Hoy la marca vende una gama impresionante de productos que van desde los clásicos souvenirs y camisetas oficiales hasta ropa casual y zapatos, aumentando no sólo en números, sino diversificando, su afición. Asimismo, Vergara, en un gesto quizás de humildad o inteligencia, ha traído gente que en verdad sabe de fútbol y se ha alejado, o al menos lo ha intentado, de los reflectores. La contratación de Lebrija para que se encargue de la, hasta hace meses, tensa relación ente directivos y jugadores es una muestra del acierto.
Es justamente cuando todo marcha sobre ruedas y el equipo juega acorde a su filosofía, cuando aparece el negrito en el arroz. Justamente ahora, aparecen esos “aficionados” o gorrones de la fiesta que buscan su tajada del pastel. Porque seamos realistas, no en el sentido teórico sino en el sentido común, a estos señores no les importa lo deportivo. Ya tuvieron su oportunidad e hicieron de Chivas un equipo mediocre y de media tabla. Un equipo que se olvidó de su filosofía y que lastimó su orgullo al intercambiar figuras con su archirival, el América. Un equipo que debido a sus problemas económicos tuvo que ser arrendado a una promotora que a punto estuvo, según palabras de analistas como José Ramón Fernández y de David Failtelson, de convertirse en el hermano pequeño del América.
Como aficionado al fútbol, lo que sucede hoy en el Guadalajara me repugna de la misma manera que me repugnan las alianzas entre PRD y PAN aunque ese es tema para otros foros. Como aficionado del América, así es del América, lo que sucede en el Guadalajara me indigna por una cuestión simple, el blanco necesita al negro, el “bueno” al “malo”, y la tesis su antítesis para crecer. Es decir, un equipo grande requiere de otro para seguir creciendo, para darle sabor al fútbol. Si el Guadalajara está bien, entonces el América debe luchar para estar a su altura, y viceversa. Si le ganamos al Guadalajara cuando juega bien, entonces el sabor de la victoria es incomparable. Ni la victoria frente a los Pumas, el Cruz Azul, el Toluca, y ciertamente mucho menos el Pachuca, significa una décima parte de lo que es ganarle al Guadalajara cuando esta jugando como lo hace el día de hoy. Y mientras Chivas sigua el proceso que ha llevado hasta ahora, me frotó las manos por los clásicos venideros.
Una vez vertida mí opinión en este foro, me gustaría, como dije antes, que la afición Chiva en particular y de los aficionados en general me digan su opinión respecto al tema.
2 comentarios:
Que no se te olvide que ese Ramírez y sus compinches prostituyeron la playera llenándola de patrocinadores.
Además, Chivas estuvo merodeando los últimos puestos en la tabla de cocientes.
Saludos y felicidades por el regreso.
Asi lo es,gracias por tu comentario y pues cada que haya chance, espero seguir escribiendo.
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