9 may 2010

El mito de la base chiva

¡Chivas es la base de la Selección Nacional! se escuchó - y aún se oye- en distintos medios de comunicación desde el mismo día en que se dio a conocer la convocatoria “final” de Javier Aguirre. De hecho, los más optimistas, por llamarlos de manera civilizada, pusieron sobre la mesa - alentados por la racha de juegos ganados del Guadalajara - la posibilidad de una Selección conformada, en su mayoría, por jugadores rayados y fortalecida con algunos refuerzos provenientes de otros equipos, tanto nacionales como internacionales. Ahora bien, el objetivo de este breve escrito no estriba en profundizar el debate sobre si es factible y afable que una Selección sea representada por un equipo de la liga local - idea que no comparto -, sino en desmentir la idea de una base chiva en el equipo nacional actual.

Existen dos planteamientos que defienden el argumento de la base chiva. El primero, por llamarlo el “común”, señala que chivas proporcionó cinco hombres a la lista de Aguirre y al ser el equipo con mayor número de seleccionados se convierte, de facto, en la base del tricolor. El segundo, que denomino “avanzado”, indica que varios jugadores de la actual lista se formaron dentro de la institución rojiblanca. Así pues, ambos planteamientos identifican al Guadalajara como el pilar de la amalgama nacional. Empero, desde mi punto de vista, ambos argumentos, o mejor, ambas hipótesis, son falseables y a continuación expongo mis motivos.

Primero definamos lo que se entiende como base de una Selección. La base de un equipo nacional no debe verse en los números de soldados provenientes de “x” o “y” equipos, sino en la calidad de éstos y lo que aportan al batallón nacional - con eso de que son los guerreros Aztecas. En ese sentido, es innegable que Chivas confirió el mayor número de jugadores al Tri, pero también lo es que difícilmente más de dos de éstos vean acción dentro de la justa mundialista, al menos como titulares. A mi parecer, es poco probable que los cinco nombres queden dentro de la lista definitiva. Magallón y Javier Hernández pudieran, sin duda, ocupar un lugar dentro del once titular del vasco. Sin embargo, Alberto Medina y el Bofo Bautista poco o nada tienen que hacer con el tricolor. El primero, ha demostrado en más de una ocasión lo mucho que le pesa la camiseta verde - negra o blanca. El segundo, es un jugador de momentos que muestra su talento a cuentagotas. Es más, hasta hace seis meses no había estado jugando por problemas “físicos” con los Jaguares de Chiapas. El caso de Michel se cuece aparte. Sin duda él es uno de los tres porteros del Tri. Los desaciertos de Memo Ochoa durante sus últimas actuaciones abrieron la discusión sobre el guardameta nacional. Fanáticos chivas y detractores americanistas hablaban - y aún lo hacen- sobre la inclusión de Michel en el once titular. Para mí, sus probabilidades son pocas, no solamente por su inexperiencia en la Selección y evidente nerviosismo, incluso, en partidos amistosos; sino por la presencia del Conejo que, aunque para muchos debería retirarse, cuenta con toda la confianza del mandamás mexicano - Javier Aguirre. Recordemos que fue el primer portero de la segunda etapa del vasco. Así, la supuesta base chiva difícilmente se convertirá en el pilar de México durante el mundial 2010, ¿cómo hablar de una base cuando los jugadores no son titulares?

El segundo argumento, también tiene sus limitantes. Al hablar de la formación, sus defensores incluyen a Carlos Vela, Carlos Salcido y al Maza, entre algún otro que se me puede escapar en este momento. La deficiencia de este argumento radica en dos puntos, a saber: 1) Igual que en el anterior, falta ver quiénes serán los titulares del equipo de Aguirre y, excepto Salcido, creo que ninguno forma parte de la columna vertebral del mismo; y 2) Dichos elementos son convocados por su desempeño actual dentro de algunas de las ligas más importantes del mundo y no por su procedencia y etapa formativa, es más, jugadores como Vela se mostraron dentro de la Selección y nunca con el Club tapatío. Por otro lado, ponernos a analizar de dónde viene cada elemento (su formación) me parece una medida, hasta cierto punto, irrisoria.

Así, resulta evidente, al menos para mí, que la base chiva no es más que un mito, una construcción de aquellos fanáticos que, al repetirla una y otra vez, buscan convertirla en realidad y con ello, enaltecer el nombre de la institución.

No hay comentarios: